Cuando tenía tan solo un año, Jean perdió la movilidad de sus piernas a causa de la poliomielitis. Desde el principio el desafío fue arduo, pero más tarde se daría cuenta de que la palabra “imposible” no está en su vocabulario.
“Desde muy pequeño estuve desafiando límites ya que me fui saliendo del esquema tradicional de lo que se entendía por una persona con discapacidad”
Jean es un orgulloso argentino de 54 años proveniente de la provincia de Córdoba que se sobrepuso a una parálisis de la cintura para abajo producto de la polio, y posteriormente a un infarto para sobresalir corriendo los maratones de Nueva York y Roma, un Ironman, participando en los Juegos Paralímpicos y escalando hasta el pico más elevado y temerario de la Tierra: el Himalaya.
“Nos tomó 11 días escalarlo, 11 días sin bañarme (risas). La montaña impone respeto y te hace sentir chiquito. Más de una vez me pregunté ‘¿Qué hago acá?’. Hay que ser muy cuidadoso, saber escuchar a tu cuerpo y a la montaña”, dijo Maggi, quien pedaleaba 12 horas por día llegando a miles de metros de altura con una bicicleta adaptada especialmente diseñada para que él pueda pedalear…con las manos.
Si para un hombre físicamente intacto escalar los picos más temidos pone a prueba la entereza física y mental, ni hablar para Jean, quien sin embargo jamás se dejó amedrentar por el desafío ni sus limitaciones físicas.
El Límite Infinito
Por Jean Maggi
Jean Maggi es cordobés, está casado y tiene cinco hijos. Antes de cumplir 40, tuvo un infarto y poco tiempo después, se encontró con el deporte. Hoy corre maratones, juega al tenis, practica golf y está muy entusiasmado con el ski, una actividad que cada vez lo atrapa más. Esta historia puede resultar típica o familiar, con una diferencia: como resultado de una poliomielitis temprana, Jean es discapacitado motriz, un detalle que, a la luz de todas las actividades que realiza, resulta casi anecdótico.